Hay ocasiones en las cuales no sabes qué hacer, en las que los pensamientos son tan avasalladores que nublan los sentidos y no hacen mas que meternos más y más en el profundo avismo de lo irreal.
Sí, lo irreal, porque solo es eso, un pensamiento, sin embargo lo vivimos como si fuera real, como si estuviera pasando, pasamos una y otra vez la película en nuestra cabeza, con diferentes palabras que pudimos haber dicho, con diferentes comienzos o finales, con diferentes recriminaciones o alabanzas, pero es solo eso: IRREAL; pero sabes, al pensarlo, tu inconsciente ¡se lo cree!, te vuelves a enojar o te vuelves a sentir triste por esto o aquello y es en estos momentos donde nosotros mismos somos nuestros más temidos enemigos...no el otro, no tú en el pasado tomando decisiones que EN ESE momento creíste las mejores, sino tus propios pensamientos que vuelven a tomar vida.
Así hemos sido enseñados, a recriminarnos, tal vez con muy buenas intenciones, pero al fin recriminación, palabras que se van guardando y salen en los momentos en los que nos pasa algo similar.
Por eso cambiemos lo IRREAL por lo REAL, lo que sucedió ya se fue, ya no está, lo que estoy haciendo con eso hoy es lo que cuenta, ¿aprendí?, que bueno, ¿no aprendi? pues a reconsiderar lo que sea necesario y pasar a lo siguiente, claro que escribirlo o decirlo es fácil, pero ¿qué pasa cuando a pesar de tener esto en consideración tropezamos constantemente?, pues eso, tropezamos, vemos donde lo hicimos, aprendemos y emprendemos ya sea el mismo camino o iniciamos otro, todo está en el ojo que de quien lo mira y en el deseo de quien lo hace posible.
Tú eres tu propio observador, la conciencia que observa, es cuestión de práctica, cuando te encuentres en una situación de enojo, inseguridad, miedo o cualquier emoción que te haga sentir "mal" imagina que te estás viendo, que tu consciencia es el observador del enojo, por ejemplo, tú no eres el enojo, tú estás teniendo un momento de enojo, separar esto nos ayuda a vernos realmente como somos, sin velos, sin etiquetas impuestas o autoimpuestas, de fácil nada, hay que trabajarlo día a día, quizá al principio cuesta más, pero poco a poco con la intención firme y el propósito claro lo logremos hacer.
Entonces, ¿caminamos junt@s?
Por eso cambiemos lo IRREAL por lo REAL, lo que sucedió ya se fue, ya no está, lo que estoy haciendo con eso hoy es lo que cuenta, ¿aprendí?, que bueno, ¿no aprendi? pues a reconsiderar lo que sea necesario y pasar a lo siguiente, claro que escribirlo o decirlo es fácil, pero ¿qué pasa cuando a pesar de tener esto en consideración tropezamos constantemente?, pues eso, tropezamos, vemos donde lo hicimos, aprendemos y emprendemos ya sea el mismo camino o iniciamos otro, todo está en el ojo que de quien lo mira y en el deseo de quien lo hace posible.
Tú eres tu propio observador, la conciencia que observa, es cuestión de práctica, cuando te encuentres en una situación de enojo, inseguridad, miedo o cualquier emoción que te haga sentir "mal" imagina que te estás viendo, que tu consciencia es el observador del enojo, por ejemplo, tú no eres el enojo, tú estás teniendo un momento de enojo, separar esto nos ayuda a vernos realmente como somos, sin velos, sin etiquetas impuestas o autoimpuestas, de fácil nada, hay que trabajarlo día a día, quizá al principio cuesta más, pero poco a poco con la intención firme y el propósito claro lo logremos hacer.
Entonces, ¿caminamos junt@s?