Traductor

domingo, 29 de mayo de 2016

La enseñanza

Quiero hacer una aclaración respecto a este mensaje recibido.  
En medio de la luz, LA LLAVE  que abrirá todas las puertas.
Actualmente estoy en una enseñanza espiritual que llena todos mis sentidos y enaltece mi Ser interior, esta enseñanza se llama "La Meditación de la Llave Mariana", desde que me inicié en ella mi vida ha cambiado, trayendo todo tipo de aprendizajes, no todos los aprendizajes son en su momento satisfactorios, sobretodo si lo que se pretende es conocer el fondo de aquello que queremos recuperar o mejorar en nuestras vidas, sin embargo, una vez pasado el "transe" todo recobra su armonía renaciendo una parte sana y radiante donde había miedo, enojo, frustración, dependencia, etc..


Es un transitar donde, quienes ahí estamos, somos nuestros propios maestros, caminando y evolucionando cada uno a su tiempo, creando consciencia  y sobretodo ayudando de forma desinteresada y amorosa.

Este preámbulo espero sirva como antesala para las palabras que leerán a continuación:


El cuerpo físico es modificado en su estructura, tanto interna como externa, estos cambios generan malestares que tal vez sean nuevos para ti.
Habría que repasar cada momento de la enseñanza para adecuar los ejercicios que están provocándolos y así generar tranquilidad en su desarrollo y sintomatización.
No podemos tener todo lo bueno sin antes repasar todo lo hecho, cada camino es distinto, lo que en ti es dolencia a nivel muscular en otro es diferente, no por eso menos significativa.
Hay un momento crucial en la enseñanza que es cuando los meridianos toman y forman su camino, esto es y debe ser realizado tal y como os lo dije ya que si no lo hicieres generaría posteriormente mayores incomodidades a nivel físico que serían superadas pero no sin antes sufrirlas.
Cada paso que das hermana, es un paso a ciegas pero es un paso lleno de confianza y amor, confianza en la enseñanza y amor por el trabajo realizado; habla mas del camino elegido, contagia con la palabra hablada y escrita a quien te escucha y serán mas los beneficiados de esta mi enseñanza.
No temas si te llaman con palabras que tal vez a tu entendimiento humano duelan, escucha solo aquellas que enaltecen al mas grande, a nuestro padre, ya que de ellas proviene y deviene todo el amor inconmensurable.
Si así lo hicieres todos tus momentos, todos tus instantes serán por siempre eternos, unidos con los hilos invisibles de y con nosotros.

Soy yo, Gabriel, tu hermano en el camino en la enseñanza del amor incondicional.

Canalizado el 22.12.15 10:37 por alega.

Esta Enseñanza viene a sanar partes en nuestro cuerpo físico, emocional y espiritual, fue canalizada a partir del 2002 por Verónica Beatríz García en Argentina y desde entonces se imparte de forma de presencial, sin embargo, a partir del 2010 gracias al  apoyo de un ser de luz maravilloso, Alejo Mariano, se empieza a dar de forma online, la cual,  en la actualidad ha iniciado a miles de personas en esta maravillosa forma de vida.

Más y más personas se acercan a conocerla y a practicarla, agradezco el momento en el que llegué a ella, que, como la mayoría de las cosas que suceden, fue de forma "casual", ya les platicaré la historia.

Bajo la mirada amorosa de nuestra madre 

viernes, 27 de mayo de 2016

Manejando el enojo

Dicen que todo llega cuando tiene que llegar, ni antes ni después, así que hoy les comparto este video de Eckhart Tolle que me ha dejado muchas enseñanzas.



miércoles, 25 de mayo de 2016

Tú, el primer amor...

Normalmente las ideas llegan cuando no tengo a la mano donde escribirlas o cuando voy manejando, esto ya es recurrente, al principio me molestaba ya que quería escribirlas y al poco rato cuando ya podía hacerlo, las ideas se habían escapado como arena corriendo por las manos, entonces me dije, pues si no lo puedes hacer será porque así debe ser, será porque las ideas necesitan madurar o modificarse para poder expresarlas mejor, y, así fue como cambié el pensamiento inicial por este otro, el cual me dejó más contenta y tranquila.

En estas últimas fechas he aprendido muchas cosas sobre mi persona, sobre mi cuerpo físico, mental, emocional y espiritual, es como si estuviera preparándome para una prueba, puesta por mi, hecha por mi y realizada por mi, donde yo misma seré el que la califica, sanciona y obtiene el resultado.

Y esta prueba ¿qué contiene?, pues es una mezcla de acciones, pasado, presente y futuro interminable, donde estoy aprendiendo sobre la marcha cuales respuestas obtendrán mejor puntuación y cuales voy descartando por dramáticas, porque "así me lo enseñaron" (léase impusieron) o porque son mejor vistas (no por mi o para mi, sino para los otros); así con todo este hermoso revoltijo, hoy, empiezo a sacar las palabras de mi para posarlas en este escrito, así que dirás, pero ¿de qué me habla?, si ¡no entiendo el fin de todo esto!.

Pues el fin de todo esto es que justo a muchos nos pasa, sobretodo cuando pasamos por situaciones personales difíciles que vienen a movilizar nuestro entorno y nuestro interior, (mundos internos, mundos externos) pasa que juntamos el pasado (el cual les recuerdo que no existe) para martirizarnos, recriminarnos y sobretodo para culpabilizarnos y finalmente victimizarnos (cuántos -arnos!) y todo esto, ocurre en segundos, en un parpadeo, los recuerdos, imágenes, sensaciones, etc., llegan como si las estuviéramos viviendo una y otra vez; hasta hace unos años me hubiera hundido como el titanic, (pidiendo ser rescatada, además) pero afortunadamente hoy no me hundo, aunque si se mete bastante agua... la necesaria para darme cuenta de que una vez más me estoy mojando y enrollando, permitiendo a mis pensamientos (ego) tomen la batuta, dándome cuenta la gran cantidad que peso que tiene la herencia, las creencias (religiosas), los tabúes...

Yo creo mi realidad, yo decido qué quiero pensar, y, si todo esto es cierto, ¿cómo es que me cuesta tanto trabajo abrir la mirada?, será porque en este camino no acabamos de aprender, será porque los implantes (imposiciones de "buena fe") que tenemos no son tan fáciles de sacar, será porque retumban en la mente las palabras justas que pretenden hundir el barco, será porque en este camino, como en cualquier otro, se debe nutrir y alimentar de aquello que nos hace ser mejores, será....

Más allá de obtener una respuesta, es dejar abierta la puerta a un sin fin de posibilidades, con la consciencia de que un paso se ha dado, el paso de "darme cuenta", este paso sana, sana ese espacio donde se creó dejando en mi una huella tan marcada como un tatuaje que yo pensaba que era parte de mi, que "así he sido yo siempre", y no, así fue como fui pero no "tengo" que seguirlo siendo; así fue como me dijeron que "tenía" que ser pero no es así, yo lo puedo modificar (las niñas "bien" son discretas, se visten, hablan, comen, etc., etc., etc., como "debe" ser para "demostrar" su valía...para encontrar marido...para tener un buen trabajo...)...¡yo quiero ser el generador de mi realidad!, dando pasos pequeños me "re compondré", creceré y me aceptaré...

El miedo existe hasta que dejamos de creer en él, la inseguridad prevalece mientras no aclaramos nuestros deseos, la desarmonía se da cuando hago las cosas como me han dicho que se hacen y no como yo quiero hacerlas, el trabajo es escucharnos, hacernos caso y sobretodo amarnos, el primer amor proviene de tu interior...

Del dicho al hecho...hay mucho trecho!

Había una vez una niña que le gustaba su cabello largo, casi negro, robusto y fuerte, jugaba a hacerse peinados divertidos, peinaba a sus muñecas igual que ella y disfrutaba cada instante.

Esta niña fue creciendo y empezó a ir a la escuela, ahí su mundo cambiaría, su mamá le dijo que necesitaba recoger su cabello porque sino los demás pensarían que era una desarreglada y la maestra le pondría mala nota en aseo, así que le creyó (las hijas con pelo largo le creen a sus mamás..) y se dejaba peinar por su madre que lo hacía a la perfección, ya sea con limón o linaza, estiraba tanto el cabello que los ojos de la niña se estiraban al estilo oriental, ¡ni un cabello fuera de lugar!, ¡liso perfecto!, ya fuera una cola de caballo o dos, siempre perfecto...


Claro, que al llegar a la escuela la niña no soportaba el dolor de cabeza y todos los días le pedía a la maestra si le podía aflojar un poco el peinado, ella lo hacía con gusto y así podía descansar.  Al pasar de grado la nueva maestra no quiso hacerlo, porque tu mamá ha gastado esfuerzo para que vengas "correctamente" a la escuela, decía, entonces la niña se escapaba al baño y lo hacía ella, obteniendo como resultado un peinado digamos, diferente.  

Al paso de los días su mamá se dio cuenta que su peinado era distinto y la enfrentó, la niña llorando le dijo que la jalaba mucho al peinarla y que le dolía la cabeza, que a ella le gustaba su cabello suelto, que muchas niñas lo levaban suelto, que en la escuela si dejaban ir así,  entonces su mamá enfureció, le dijo que esas niñas seguro eran unas libertinas (palabra que a esa edad no se entiende, pero se escucha "feo"), que su hija no lo era y que iría correctamente peinada a la escuela ¡y punto!.

Esa sentencia puso muy triste a la niña, sin embargo siguió aflojándose el peinado en la escuela hasta que un día, un día tristísimo para la niña, su madre la tomó de la mano, la llevó al peluquero y le dijo que le cortara ¡todo el cabello!!, ¡la niña no podía creer lo que escuchaba!, empezó a llorar, a suplicar, a implorar que no lo hiciera, empezó a prometer que jamás se volvería a despeinar, que haría lo que ella quisiera pero que por favor no le cortara su cabello...la madre inmutable insistió y el peluquero lleno de asombro y consternación lo hizo...le cortaron el cabello tan corto que no había necesidad de peinarse, estaba tan corto que sus hermanos se burlaban de ella diciéndole que parecía niño, tan corto que las burlas de sus "amigas" en la escuela retumbaban todos los días en su cabeza...

La historia de esta niña es la mía, yo lo viví, con los años y con la ausencia física de mi madre a muy corta edad pude revalorar ese momento, me hizo fuerte, dura, puedo decir que en aquel tiempo hasta un poco insensible, todo esto me ayudó a salir adelante por muchos años, me hizo depender de mi fuerza para salir adelante cada día, desensibilizando la parte niña...

Aunque fue un momento crucial y difícil en mi vida, por todos sus significados, fue un momento que me ayudó a valorar lo que se tiene y aprender a no depender del exterior, de lo físico, y sobretodo del cómo debo ser (por fuera) para gustar a los demás y ser aceptada (como te ves te tratan..), sin embargo de forma velada lo seguía haciendo, me vestía a la moda, claro, para que me vieran, me maquillaba justo lo necesario para no parecer payaso (aunque me gusten), me pintaba el cabello para ocultar la edad (física) y a como la moda dictaba, en fin, seguir con el estereotipo de una mujer de mi edad (cualquiera que esta fuera), así estuve bastantes años de mi vida...

Este episodio de mi vida a vuelto en estos días a mis recuerdos tal vez porque he decidido, hace unos meses, dejar de pintarme el cabello para ocultar "las horribles canas", esto me ha traído un ir y venir de palabras, del que dirán, mira no se ha pintado la raíz que desarreglada se ve, mira con esa raíz se ve vieja y dejada, mira nomás que no se ve en el espejo antes de salir, y como éstas, muchas más que conozco muy bien ya que yo misma las pronuncié al ver a otras mujeres que habían decidido simplemente ser ellas.

Esto me está dejando muchos aprendizajes, primero que nada el darme cuenta cómo la mercadotecnia y el consumismo impone que si se te ven las canas es señal de vejez (aunque no lo seas) y, por ende, la vejez es mala, pero al mismo tiempo todos queremos envejecer pero siendo jóvenes porque si envejecemos viéndonos viejos es malo; los múltiples productos para pintar el cabello, todos con químicos que a la larga ve a tu a saber el daño que nos hagan (y luego nos quejamos...) y que se han usado por años, sin mencionar tantas cirugías estéticas y productos todos con el fin de no vernos ¡como viejos! o mas bien no parecerlo, ya que viejos si que somos...(al menos en edad cronológica)



Es increíble como estos conceptos se aferran como garrapatas y cuesta sacarlos desde la raíz, no digo que sea malo pintarse el cabello o hacerse todo lo demás, una amiga decía hay dos tipos de mujeres las guapas y las pobres..., sino más bien el para qué lo haces, ¿lo haces para gustar a los demás?, ¿lo haces para parecer otra persona, dejando velado que quien tú eres no te gusta?, ¿lo haces porque no te gusta que te critiquen?, ¿lo haces porque sino a tu pareja no le va a gustar?, si lo haces por estos motivos u otros parecidos te invito a que reflexiones, ya que estás viviendo, como yo lo hacía, para los demás y no para ti.

En cambio si lo haces porque te gusta y te llena cambiarte el color, porque te parece que así te sientes mejor contigo misma aunque el color sea lila, verde o rosa entonces lo haces consciente de que es para ti y no para los demás, ¿verdad que es diferente?; encontrar los motivos te hace reverte y aceptarte como tú eres, un ser hermoso de luz independientemente de si tienes canas o no, de si tienes arrugas que marcan tu piel o no, de si tienes el pelo rubio, negro o azul o lila, de si vas vestido a la moda con ropa de marca que hace ricos a unos y pobres a otros.

Transitar en este mundo sigue siendo cada día un despertar...