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domingo, 3 de mayo de 2020

El colibrí..

Los colibríes o huitzilin, picaflor, tucusito, ermitaño, chupaflor, chuparrosa o chupamirto, zumbador, zumbete, quincha, quinde, pájaro susurro, pájaro mosca, estrella del bosque, jardinero, zamarrito, calzadito, amazilia, coqueta, rabudito, mango y topacio son algunos de los nombres con los que se les conoce en Latinoamérica, ahora bien si deseas saber cómo se les nombra en otros países, te dejo aquí un LINK dónde podrás conocer los distintos nombres.
  
Estas aves son tan pequeñas, hermosas, multicolores y mágicas, que los pocos instantes que nos permiten apreciar su belleza son suficientes para dejarnos un sentimiento o sensación bella en nuestro interior...

Les comparto algunas de las muchas leyendas en torno a estas pequeñas "haditas". 

La leyenda que cuentan los viejos y sabios mayas, señala que los dioses, cuando crearon todas las cosas de la tierra, a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un trabajo, pero cuando terminaron se dieron cuenta que a nadie le habían encargado llevar los deseos y pensamientos de un lugar a otro.

Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de jade y tallaron una flecha. Era una flecha muy chiquita, cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la flecha salió volando. Los dioses habían creado al ‘x ts’unu’um’, el colibrí.



El colibrí era tan frágil y tan ligero que podía acercarse a las flores más delicadas sin mover uno solo de sus pétalos, además sus plumas brillaban bajo el sol como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores. 

Los hombres trataron de atraparlo para adornarse con sus bellas plumas, pero los dioses se enojaron y ordenaron: “si alguien lo atrapa, será castigado”. Es por eso que nunca nadie ha visto un colibrí en una jaula ni en la mano de un hombre. 


Así, el misterioso y delicado pajarito ha podido realizar tranquilo su trabajo y llevar de aquí para allá los pensamientos de los hombres. La leyenda cuenta que si te encuentras con esta ave es porque alguien seguro te manda buenos deseos y amor. Si te desean un bien, él te trae el deseo; aunque también puede advertirte de un mal deseo. 




Los aztecas veían en estas aves a las almas de los guerreros caídos en combate, las cuales salían para acompañar al sol y luego descendían a la tierra en forma de colibríes, murciélagos o mariposas. Por lo tanto, era una manifestación del inframundo, la muerte y el Sol. 


Para los indios hopi del estado de Arizona, cuya lengua guarda relación con el náhuatl, el colibrí es el héroe que salvó a la humanidad de la inanición. Por ello se le adoraba como al dios del crecimiento y la germinación.


El colibrí lleva de aquí para allá los pensamientos de los hombres y no solo de los vivos, también de las almas de nuestros seres queridos del más allá, ya que es el único ser, según decían los mesoamericanos, que nunca moría y podía entrar y salir del inframundo o Mictlán.



Si un colibrí vuela alrededor de tu cabeza, no lo toques. Él tomará tu deseo y lo llevará a los otros; piensa bien y desea cosas buenas para todos. Por algo pasa el colibrí por tu camino…

Cualquiera que sea la leyenda en torno a este bello ser polinizante, es maravillosa, en todo su esplendor nos hace recordar en un instante la magia de poder estar en movimiento y a la vez en calma, de estar dando y a la vez recibiendo, esta es una de las maravillas que nos brinda la madre naturaleza...





Y como nada se da por casualidad, esta canción llegó en el 
momento justo...