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lunes, 14 de diciembre de 2020

Tiempos de crisis...

En tiempos de crisis a veces es más fácil ver hacia afuera que hacia adentro, esto es por una lógica incomprensible que intentaré dilucidar.

Una palabra actual es "pandemia", otra es "cuarentena total" o "cierre de negocios" o "toque de queda" y muchas otras más.  Las hemos escuchado tantas veces que de a poco van perdiendo la esencia de lo que en ellas se encuentra, sin embargo, a raíz de todo esto he aprendido sobre mi y mi actuar más de lo que pensé podría aprender...

Ayer domingo 13.12.20, en Alemania se anunció que el próximo miércoles 16.12, o sea en dos días, habrá un cierre total de negocios, excepto supermercados, farmacias y servicios médicos, debido al creciente número de contagios debido al COVID19, se hizo un llamado a la población a no realizar compras excesivas para evitar el aglomeramiento en centros comerciales o centros de las ciudades.

¿Cuál fue el resultado de esto? justamente lo que se esperaba, personas saliendo de forma acelerada a comprar regalos de navidad, formando largas filas afuera de los locales comerciales, saturación y largas filas en las estéticas para "embellecerse" y estar listos para las fiestas, desabasto de algunos productos de consumo básico, estrés colectivo, etc.











Al observar esta situación, mi primera reacción fue: necesito comprar aquello que me hace falta, incluyendo regalos, mi segundo pensamiento fue, ¿qué me hace falta comprar?, el tercero fue ¿en realidad necesito comprar esto o aquello? o ¿me estoy dejando llevar por el momento?, ¿cómo el entorno influye en mi?, y otros pensamientos interrogantes por el estilo...

Me di cuenta en cuestión de minutos, afortunadamente,  cómo puede uno ser llevado como una hoja a merced del viento, de un lado a otro, modificando los sentires a raíz de lo escuchado o visto.  Las sociedades donde vivimos nos condicionan a reaccionar de una u otra forma y esto muchas veces es invisible para el inconsciente, simplemente lo tomamos y hacemos nuestro, promoviendo así que la masa crítica aumente potencialmente...y todo esto solo así... haciendo por hacer, no deteniéndonos a hacer una pausa para interiorizar y desechar todo aquel lastre que se desea carguemos, volviéndonos dependientes consumidores...

Me ha tomado tiempo salir de esta "zona de confort" conocida (consumismo) y rescatar aquello que deseo siga permaneciendo,  en estos tiempos de crisis como el poder visitar un mercado de navidad, los cuales actualmente están cerrados.

Llenarme de sus bellos colores, caminar por sus pasillos viendo aquello que es típico de estas fiestas.  Sentir la alegría de las personas, saludar y felicitar a los desconocidos, esbozar sonrisas al ir caminando soltando la necesidad de comprar por comprar, más bien vivir y agradecer esos momentos donde la masa crítica se torna espiritual y mágica...



Y porqué no, tomar la bebida típica navideña de estos rumbos, el "Glühwein", vino tinto o blanco caliente con especias que es verdaderamente bienvenido para calentar el corazón, y las manos, en una noche invernal.

No todo es crisis, no todo es banal ni profano, si lo vemos con nuestros ojos internos..




Tal vez por el momento nuestra vida ha cambiado, 
tal vez por el momento no tenemos la libertad que teníamos,
tal vez por el momento podemos agradecer el darnos cuenta
que aquello que creíamos indispensable e importante, no lo es,
porque lo que realmente importa es el poder vivir cada día
dándonos cuenta de que este que ahora soy,
este que ve con los ojos del alma, este, justo este, es el que Yo Soy!

alega







sábado, 24 de octubre de 2020

Regocíjate...


Regocíjate de los desacuerdos,

porque valorarás la paz.


Regocíjate de los errores,

porque valorarás los aciertos.


Regocíjate de los enojos,

porque agradecerás las alegrías.


Regocíjate de las frustraciones,

porque disfrutarás de los éxitos.



Regocíjate de todo aquello 

que te desestabiliza,

ya que ahí se encuentra el aprendizaje,

el crecimiento y la dicha de agradecer 

que como seres humanos 

somos falibles e imperfectos 

y aún así, 

Perfectos en esencia...


alega

 

jueves, 25 de junio de 2020

Suposiciones...

Hoy me ocurrieron dos situaciones de las cuales tuve un gran aprendizaje.

La primera sucedió en mi trabajo, de un momento a otro dos personas que trabajan conmigo cambiaron su semblante y fueron cortantes, sentí en ese momento cómo la energía pesaba en el ambiente, no pregunté nada, sin embargo en mi mente sucedieron varias cosas que tal vez se te hagan familiares.

Primero pensé, pero, qué les pasa!, ¿por qué esa actitud repentina si yo antes había sugerido algo y me ignoraron?, la indignada debería ser yo!... pero la verdad no deseo gastar energía ahí, pensaba, sin embargo las suposiciones seguían rondando mi cabeza y de nueva cuenta mi YO Interior, que es más listo que el yo ególatra me ponía suavemente en el centro: nadie da lo que no tiene, la reacción del otro es responsabilidad del otro no tuya, suelta y fluye...


Así fue durante un lapso de 4 horas hasta que llegó mi hora de salida, cabe señalar que yo actuaba de manera "normal" comentando y hablando como si yo no hubiera notado nada, sin embargo las miradas entre ellas y los comentarios que hicieron "cuchicheando", lo vi y sentí todo el tiempo y no expresé absolutamente nada...claro que en mi cabeza había diálogos fabulosos tipo, le voy a decir esto y ella me responderá así, entonces yo le contestaré de esta forma, o, le preguntaré de frente si hay algún problema y lo resolvemos de una vez, o, qué tal si por algo que no sé me empiezan a hacer problemas, y si me hacen problemas y por eso pierdo mi empleo, entonces cómo pagaré mi renta, mis deudas, la comida, no podremos ir de vacaciones.......y así de fácil se va el hilo, y si no es que más y más hasta que tenemos una madeja tan grande como para vestir a un pueblo entero; los pensamientos cobran vida si lo permitimos, tanta vida que nos pueden hacer actuar o comportarnos de formas inesperadas si no les ponemos un alto y tomamos las riendas.

El segundo incidente, ya recordando me río, fue esperando unas flores.  Traía el celular de mi hija porque el mío no tenía batería y me lo llevé para que ella pudiera hablarme si algo se le ofrecía  en lo que yo salía unos minutos a comprar las flores, mismas que llevará mañana a su escuela de regalo para su maestra, ya que es último día de clases.

Pues bien, vi las flores y le quería llamar para preguntarle cuáles le gustaban más, entonces abrí el whatsapp y ví que había hablado con su papá, había emoticons, GIFs y mensajes de voz,  yo reviso  de vez en vez lo que escribe y envía a sus amigas, para evitar problemas futuros, hoy en día hay que crear consciencia sobre las redes sociales y sus efectos negativos, informar y educar, en fin, ella sabe que yo lo hago y todo estaba en orden.

Entonces escuché un mensaje de voz de ella y ¡me quedé de una pieza!, estaba en alemán y pensé, madre mía, ¿porqué habla así refiriéndose a mi?, y me puse tristísima...compré las flores y de camino a casa ya imaginarán todos los pensamientos empujándose unos a otros queriendo ganar campo, pero los detuve en un alto y pensé, llegando a casa lo aclararé con ella, no puedo dejarlo pasar...como hoy en la mañana....

Llegué y ella veía TV, me dijo, ¿a ver la flor? y le respondí está en la cocina, si quieres ve a verla, pero no lo hizo y siguió en el sofá, entonces fui, le apagué la TV y le dije quiero hablar contigo de un mensaje de voz que le enviaste a tu papá diciendo esto y esto, y me puse muy triste (siempre le expreso la emoción a la acción que realizó)...ella con ojos grandes y medio llorosos me dijo, yo no dije eso mamá, yo nunca diría algo así, y le dije pero es tu voz, y fui por el celular y le puse el audio, ella lo escuchó y me dijo, mamá, yo dije esto, no lo que tú dices y lo volví a escuchar y tenía razón!, las palabras se parecían y como mi alemán no es tan bueno como el de ella, pues entendí todo mal, ella se río y me dijo, hay mamá yo nunca diría ni hablaría así de ti, y nos abrazamos llorando...le pedí perdón y le dije, fíjate si no te hubiera preguntado tendría yo todo el tiempo eso en mis pensamientos y ella asintió.

Conclusión:
Las suposiciones nublan el entendimiento a tal grado que uno enceguece, se frustra y por ende baja la vibración, dando cabida a malos entendidos, enfermedades y demás...

Tendré que aprender a ser más clara y directa, en lugar de hacer como "si no pasa nada", porque Si pasa, al menos en mi interior, es un lastre que pesa y si uno no lo suelta el peso nos vencerá en algún momento...

No soy un Ser perfecto, pero si Soy un ser en la búsqueda de vivir mis días de la mejor forma posible...evitando las suposiciones....

Mi invitación es a hablar de aquello que nos perturba, nos molesta, nos irrita, tal vez no sea fácil, sin embargo es lo mejor, para así evitar traducciones falsas y horas de pensamientos inútiles que se pueden evitar si tan solo nos permitimos sincerarnos con nosotros mismos y priorizar lo que nos traiga certeza, paz y tranquilidad en nuestras vidas...


domingo, 3 de mayo de 2020

El colibrí..

Los colibríes o huitzilin, picaflor, tucusito, ermitaño, chupaflor, chuparrosa o chupamirto, zumbador, zumbete, quincha, quinde, pájaro susurro, pájaro mosca, estrella del bosque, jardinero, zamarrito, calzadito, amazilia, coqueta, rabudito, mango y topacio son algunos de los nombres con los que se les conoce en Latinoamérica, ahora bien si deseas saber cómo se les nombra en otros países, te dejo aquí un LINK dónde podrás conocer los distintos nombres.
  
Estas aves son tan pequeñas, hermosas, multicolores y mágicas, que los pocos instantes que nos permiten apreciar su belleza son suficientes para dejarnos un sentimiento o sensación bella en nuestro interior...

Les comparto algunas de las muchas leyendas en torno a estas pequeñas "haditas". 

La leyenda que cuentan los viejos y sabios mayas, señala que los dioses, cuando crearon todas las cosas de la tierra, a cada animal, a cada árbol y a cada piedra le encargaron un trabajo, pero cuando terminaron se dieron cuenta que a nadie le habían encargado llevar los deseos y pensamientos de un lugar a otro.

Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de jade y tallaron una flecha. Era una flecha muy chiquita, cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la flecha salió volando. Los dioses habían creado al ‘x ts’unu’um’, el colibrí.



El colibrí era tan frágil y tan ligero que podía acercarse a las flores más delicadas sin mover uno solo de sus pétalos, además sus plumas brillaban bajo el sol como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores. 

Los hombres trataron de atraparlo para adornarse con sus bellas plumas, pero los dioses se enojaron y ordenaron: “si alguien lo atrapa, será castigado”. Es por eso que nunca nadie ha visto un colibrí en una jaula ni en la mano de un hombre. 


Así, el misterioso y delicado pajarito ha podido realizar tranquilo su trabajo y llevar de aquí para allá los pensamientos de los hombres. La leyenda cuenta que si te encuentras con esta ave es porque alguien seguro te manda buenos deseos y amor. Si te desean un bien, él te trae el deseo; aunque también puede advertirte de un mal deseo. 




Los aztecas veían en estas aves a las almas de los guerreros caídos en combate, las cuales salían para acompañar al sol y luego descendían a la tierra en forma de colibríes, murciélagos o mariposas. Por lo tanto, era una manifestación del inframundo, la muerte y el Sol. 


Para los indios hopi del estado de Arizona, cuya lengua guarda relación con el náhuatl, el colibrí es el héroe que salvó a la humanidad de la inanición. Por ello se le adoraba como al dios del crecimiento y la germinación.


El colibrí lleva de aquí para allá los pensamientos de los hombres y no solo de los vivos, también de las almas de nuestros seres queridos del más allá, ya que es el único ser, según decían los mesoamericanos, que nunca moría y podía entrar y salir del inframundo o Mictlán.



Si un colibrí vuela alrededor de tu cabeza, no lo toques. Él tomará tu deseo y lo llevará a los otros; piensa bien y desea cosas buenas para todos. Por algo pasa el colibrí por tu camino…

Cualquiera que sea la leyenda en torno a este bello ser polinizante, es maravillosa, en todo su esplendor nos hace recordar en un instante la magia de poder estar en movimiento y a la vez en calma, de estar dando y a la vez recibiendo, esta es una de las maravillas que nos brinda la madre naturaleza...





Y como nada se da por casualidad, esta canción llegó en el 
momento justo...





viernes, 10 de abril de 2020

Habitante del mundo...

Abre los ojos habitante del mundo,
abre los ojos,
ahora en esta época en donde las redes sociales y el internet está en las manos de todos,
hasta de los más pequeños, en donde no debería estar.

Abre los ojos habitante del mundo,
porque cuando no debes abrirlos los abres,
porque cuando no debes dar entrada, la das.

Abre los ojos habitante del mundo,
pero ábrelos a la verdad,
ábrelos a la posibilidad de poder entre todos
detener aquello que no debe de estar.

Abre los ojos habitante del mundo,
a la selección de aquello que muchos no deberían decir,
y sin embargo dicen,
y tú, al "publicar Esa verdad", la promocionas,
dejando la puerta abierta a que Su "información" tome camino,
se empodere y se engrandezca, si, se engrandezca.

Abre los ojos habitante del mundo,
a que en tú país,
se estén tomando las decisiones que se estén tomando,
de la magnitud que se estén tomando,
tú, como habitante del mundo,
tomes las tuyas propias.

Porqué tú, habitante del mundo,
tienes las puertas abiertas a esas herramientas
en las que día a día estás en un click,
estás en un toque de pantalla
en esos posteos, en donde día a día
hay desvalorizaciones, burlas, críticas o simplemente quejas
de aquellas decisiones que se cree no deberían de ser y sin embargo no haces nada en contra de eso.

Simplemente dices, Yo, Yo hago todo bien!
No!, no lo haces todo bien, porque no estás evitando hacer eso, eso que propaga el desasosiego,
eso que propaga el que otros sigan viendo lo que muchos desean,
la inestabilidad, la inseguridad
y la falta de unidad entre tú y los hermanos
que leen día a día lo que no debería de estar,
y sin embargo está.

Tú, habitante del mundo,
puedes cambiar el mundo si tan solo con en click,
con un abrir y cerrar de páginas te decidieras qué deseas postear, qué deseas clickear, qué deseas subir a tus redes sociales o compartir, de quién te deseas burlas hoy o a quién deseas engrandecer mañana.

Tú eres un habitante del mundo como yo,
tú como yo, ¿qué deseas hoy para mañana?

Yo lo único que deseo es que mañana cuando al fin todo esto pase sigamos sonriendo, nos sigamos viendo con el mismo amor, con el mismo resplandor en nuestras miradas y seamos capaces de decir gracias, gracias, gracias, ha sido una enseñanza.

alega.











miércoles, 8 de abril de 2020

El cuento de la Piedra en el Estante de la Cocina

Ahora voy a contar una pequeña historia*.

Lo escuché hace mucho tiempo, una anciana me lo contó y nunca lo olvidé. Fue así, si no recuerdo mal:

"Yo era joven en aquel tiempo, cuando casi todos los niños eran a menudo golpeados. 

Se consideraba necesario golpearlos porque deberían volverse buenos y obedientes. 

Todas las madres y los padres deberían golpear a sus hijos tan pronto como hayan hecho algo que las madres y los padres pensaron que los niños no deberían hacer.

Mi pequeño hijo, Johan era un chico bueno, feliz  y bien educado y  yo no quería golpearlo.

Pero un día la vecina se acercó a mí y me dijo que Johan había robado fresas y que si no recibía su paliza ahora, seguiría siendo un ladrón toda la vida.

Es así con las madres, que tienen miedo cuando alguien viene y se queja de sus hijos. Y pensé: tal vez tenga razón, ahora tengo que darle una paliza a Johan.

Johan se sentó allí y jugó con sus bloques de construcción:
tenía solo cinco años en ese momento; llegué y le dije que iba a ser golpeado y que debía salir él mismo a cortar una varilla.

Johan lloró cuando se fue. Me senté en la cocina y esperé. Pasó mucho tiempo antes de que llegara, y todavía estaba llorando cuando él se colaba por la puerta. Pero una varilla con él no traía.

"Mamá", dijo, sollozando, "¡No pude encontrar una varilla, pero aquí tienes una piedra que puedes arrojarme!" Me entregó una piedra, la más grande que podría colocar en su pequeña mano.

Fue entonces cuando comencé a llorar porque de repente entendí lo que estaba pensando: mi mamá quiere hacerme daño y puede hacerlo mejor con una piedra.

Me avergoncé. Lo tomé en mis brazos y ambos lloramos tanto como pudimos, y pensé que nunca, nunca golpearía a mi hijo. Y para no olvidarlo, tomé la piedra y la puse sobre el estante de la cocina donde podía verla todos los días, y permaneció allí hasta que Johan creció.

Nadie se convirtió en ladrón. 

Me gustaría decirle a mi vecina, pero ella se había mudado hace mucho tiempo".

Sí, así habló la anciana que me contó todo cuando era muy joven. Y todavía recuerdo haber pensado: no golpearé a mis hijos si tengo alguno.

Tuve dos hijos y nunca los golpeé. Aún así, se convirtieron en buenas personas.

Y ellos tampoco golpean a sus hijos.

¿Por qué estoy diciendo todo esto? Debería hablarse de paz. Creo que también lo hace. En cierto modo.

Todavía hay muchas madres y padres en el mundo que golpean a sus hijos y piensan que eso es bueno. Piensan que las palizas hacen que los niños sean buenos y obedientes.
Pero, en cambio, se convierten en personas a las que les gusta golpear a otros y seguir haciéndolo cuando crecen. Después de todo, ¿cómo puede alguien que se ha acostumbrado a la violencia convertirse en una persona pacífica?

¿Y cómo debería haber paz en el mundo, si no hay gente pacífica?
En casa, en los apartamentos, es donde la paz debe comenzar.

Creo que sería bueno si una piedra estuviera en los estantes de la cocina de casi todo el mundo, como recordatorio: ¡detengan la violencia!

Conozco a muchos estadistas y políticos que deberían tener una piedra como esa en el estante de su cocina.
Pero entonces tal vez simplemente tomarían las piedras y saldrían y se romperían uno al otro los cráneos.

¡Porque si crees en la violencia, actúas de esa manera!

https://es.wikipedia.org/wiki/Astrid_Lindgren


Discurso de Astrid Lindgren,
celebrado en la Iglesia Paul en Frankfurt
con motivo de la entrega del Premio de la Paz 
del Comercio de la Librería Alemana en 1978


*Traducido por una servidora del idioma alemán.

Aquí algunos links sobre la autora