Traductor

miércoles, 15 de junio de 2016

La niña soñadora

Había una vez una niña que tenía muchos sueños, veía a los pájaros y se preguntaba si algún día volaría, veía a los peces y se preguntaba si ella podría vivir debajo del agua con ellos, veía a la luna y se preguntaba que tan lejos tendría que volar para llegar a ella, y así, todos sus sueños e  imaginaciones creaban hermosas historias en su interior, historias que a veces intentaba contar, pero sin ser escuchada.

Esta niña vivía en un mundo donde los niños hablan poco, porque si hablan, muy pocos los escuchan, son pequeños, con voz menuda y no tienen la posibilidad de expresarse, cuando quieren ser escuchados   gritan y entonces son castigados por haber gritado, así, está niña aprendió a observar, a callar y a dejar de ser niña en su niñez...

Un día un adulto le habló y ella estaba feliz,  ¡al fin la iban a escuchar!  
Pero cuando quiso hablar no pudo porque el adulto le dijo que como ella era pequeña tenía que hacer lo que el adulto decía, ya que los adultos saben más que los niños, y si el adulto es su mamá o su papá pues con más razón, ya que los papás están para cuidar y proteger a sus hijos y se debe hacer todo lo que ellos dicen sin dar oportunidad a expresar sus propias ideas y sentimientos...y esta niña lo creyó.

Entonces un día, esta niña fue con su madre a una tienda donde venden objetos de colores brillantes que a los niños les encantan, la niña estaba maravillada, ¡tantos colores!, ¡tantas formas!, ¡era un lugar maravilloso!, la niña veía, pero no tocaba, quería preguntar, pero no hablaba, así, sólo con sus grandes ojos todo lo observaba; en eso, en un hermoso instante vio la luz más brillante que jamás había visto, se acercó y observó como un universo inmenso de colores se posaba sobre su cabeza, ¡el sol!, brillaba con tanta intensidad que opacaba a todo lo que se encontraba a su alrededor, la niña caminó y escuchó una voz, acércate, aquí estás en el universo, y en el universo no hay reglas, aquí puedes tocar, observar, oler y también puedes hablar, si lo deseas.

La niña no podía creer lo que escuchaba y, tímidamente, extendió su mano para tocar una estrella y cuando sus dedos hicieron contacto con ella, se generó una chispa de energía y la niña sonrió, los otros niños también estaban felices tocando y conversando, era un lugar especial, mágico...

Era un lugar creado para los niños, que como ella, no podían expresarse en un mundo regido por los adultos, con reglas de adultos y palabras de adultos...


Ella maravillada por poder ser Ella al fin, dejó que el tiempo corriera sin darse cuenta; mientras, fuera de ahí, su madre la buscaba sin cesar, la buscaba por doquier, desesperada y preguntando a todos si habían visto a su hija, nadie tenía una respuesta para ella, cada minuto era una eternidad...

La niña después de saciar su necesidad de Ser, regresó al mundo de los adultos donde su madre la seguía buscando sin cesar, dándose cuenta que los años habían pasado y ella era también un adulto...su madre estaba sin estar, arrepentida de todo el tiempo que pasó sin haber podido disfrutar de su hija en su niñez, la niña, ahora adulta había disfrutado todo ese tiempo aprendiendo a ser niña aun en cuerpo de adulto...


La niña-adulta cuando tuvo sus propios hijos, tuvo la posibilidad de llevarlos a ese universo maravilloso donde ellos podían Ser ellos, un universo creado por cada ser consciente que se maraville con el crecimiento y aprendizaje de los niños, un universo donde los espacios en los cuales los niños no pueden expresarse o hablar o tocar o correr o brincar no existen, en donde todos los que ahí habitan tienen la consciencia de verse a través de los ojos de los niños disfrutando enormemente su vida...