Esa sonrisa de felicidad que ilumina tu
rostro es porque has sentido con fuerza mi presencia, aunque no me sientas aquí
estoy, la fortaleza que nace de tus palabras es mi fortaleza, cada día
atraviesas por distintos caminos o problemas que pensarías no podrías resolver,
por situaciones que se escapan al entendimiento humano y que para nosotros son
tan sencillas de asimilar, no porque seamos, en cierto sentido, superiores, si
no porque CONFIAMOS plenamente en los designios de nuestro padre y en la
sabiduría de nuestra madre.
Cada paso que das, desde tu libertad de
decisión, es un paso que modifica de una u otra forma tu futuro próximo, es un
paso, una decisión, una palabra, un gesto, tan solo eso basta para cambiar tu
camino.
Por eso te digo, cuida cada palabra, cada
gesto, todo lo que sale de ti que salga de las voces de tu espíritu, que al
hablar desde ti, hablen con amor y verdad; si lo hablas desde el ego asegúrate
que esa voz no sea mas fuerte que la tuya, si te ha de servir para algún fin tómala,
si no, deja que tu corazón de guíe…
Hace tiempo te hablé de las octavas, hace
falta ahondar más al respecto, te falta hacerlo, saber…
No claudiques cuando sabes que tienes todo
para fluir y vivir con tus potenciales humanos y divinos en concordancia.
No necesitas ser un Dios para SER Dios,
cada uno de ustedes y de nosotros, somos parte del que todo lo es, por eso te
digo, ama, ama hasta cuando creas que no podrás hacerlo, justo en esos momentos
es cuando tu FE te sacará adelante, una fe que no habla de estigmas ni
religiones, es una fe que va a donde debe ir, a crear-te como ser humano
confiado en los brazos y la voluntad de nuestro padre.
Tu imagen de mi no se acerca a la imagen
que yo tengo de ti…amados estamos hija mía, tu hermano Jesús.
