Están ahí para enseñarte que callar no es la respuesta.
Sacar, abrir sin guardar aquello que te anuda la garganta; ahora es lo de ayer, si lo guardas prevalecerá para mañana y así, guardar sin sacar, te llenará de aquello que tu ego desea: alejarte de quien eres en esencia...
Si lloras, no eres débil,
si gritas, no eres prepotente,
estas y otras situaciones se aumentan con el tiempo al ir guardando; es como el barro, si lo calientas de más al hornearlo se resquebraja, es igual que el acero, por muy fuerte que sea al enfriarlo, si no está en su momento en lugar de ser firme será blando y no servirá para su función.
Todos tienen momentos buenos y momentos de necesidad. Los últimos, fortalecen y los primeros, embargan de dicha interior.
Y te preguntas ¿cuánto durará el desasosiego?, ¿cuando te sentirás fuerte para avanzar?, hija, amada mía, el tiempo sin tiempo se acerca a ti, más no lo pidas ya que no llegará, solo deja que los sentires afloren para que al purificar fortalezcas; si, a veces duele, ese dolor ¡ámalo! es tuyo, es como una caricia que te abrirá la mirada tajantemente, por eso duele...
No temas, el comienzo del final está cerca, quiérete y sé paciente.
¿Acaso no lo sé yo que tanto te amo?, cuidaré de ti y de tus hermanos como siempre desde el principio del tiempo, desde que la primera célula formó vida, ahí estuve, ¿acaso crees que no reconozco la perfección de mi creación?
Ámense como yo los amo, es a veces complicado ya que amar sin conocer al otro es amar en Consciencia, sin pedir Reciprocidad, amar al que no lo pide o no lo merece es abrir ese espacio de implacable vulnerabilidad que los seres sin tiempo ofertan pero no pueden enseñar.
Si así lo deseas lo aprenderás, ¿es acaso difícil?, si, a veces cuando al que escuchas es al que no está en tu interior...
Siente hija mía, siente el abrazo dador para que multipliques tus lágrimas en alegría basta y devoción...
Canalizado por alega 11.07.2018