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jueves, 7 de junio de 2018

Ser facilitadora

Yo crecí en una familia de maestros, yo soy la tercera generación de hombres y mujeres dedicados a la docencia, docentes que sembraron las bases en mi estado natal Jalisco en México hace ya bastantes años, eso me enorgullece ya que, con estudios básicos, lograron empoderarse y lograr establecer y difundir con éxito la educación preescolar.

Con esta "carga" que la herencia me otorga, he logrado a lo largo de mi vida académica muchos logros, he obtenido muchos títulos y he realizado aquello que más deseaba, hablando del ámbito laboral.




Era algo que podía controlar, manejar y hasta poner las reglas del juego, sin embargo, todo esto, al final de la jornada, no era suficiente... tenía la capacidad, inteligencia, tenacidad y voluntad para realizar cualquier tarea que tuviera enfrente, si, pero...porqué ese sentimiento de "falta" si lo tenía todo...

Y como nada es casual, no fue sino hasta hace unos años que todo aquello que yo había aprendido pude utilizarlo en algo que me llenaba por completo.

En mis inicios dentro de La Meditación de La Llave Mariana, como toda estudiosa, una vez leído el primer material, me saltaron bastantes dudas, las cuales me respondían  en el grupo de Facebook donde se desarrollaba la tarea, lo hacían personas amorosas y pacientes con aquellos que recién iniciábamos en el camino; así como yo, había otras personas que preguntaban y les eran aclaradas sus dudas.

Al paso del tiempo, empecé a ver que había preguntas que hacían los demás iniciados, y pensaba: ahh, eso lo sé, se lo puedo contestar, pero, ¿será correcto?, no soy administradora ni facilitadora... y dudaba; sin embargo, pudo más mi lado "docente", y daba mis respuestas, así empecé de a poco, deseando no equivocarme, a responder a los hermin@s que como yo estábamos en el camino de ser nuestros propios maestros.
Cierto día, recibí un mensaje de Alejo, el creador de la Enseñanza Online, donde me preguntaba si deseaba ser administradora de la enseñanza, por supuesto me fui de espaldas!, fue una mezcla de sentimientos inexplicables... le respondí que si él creía que estaba a la altura de serlo aceptaba con gusto, fue un momento muy especial para mi, ya que esta enseñanza me ha dado todo aquello que a mi vida le faltaba, ese mensaje fue como el parteaguas que me permitió abrir la mirada a la ayuda desinteresada y amorosa que se otorga dentro de los grupos.

Desde entonces he aprendido, con la ayuda de los herman@s, ha realizar una labor "facilitando" al otro las herramientas que tenemos y sobretodo, enseñado a buscar sus propias respuestas, guíandolos y dirigiendo su mirada para que ellos mismos se empoderen y logren, como yo lo hice un día, ser los buscadores de sus propios aprendizajes, no dándoles el pez para que coman, sino enseñándoles con cuáles herramientas pueden tener una pesca exitosa, y así, un día, emprendan el camino del autoaprendizaje, como nos dice un mensaje de la enseñanza, lograr "Ser nuestros propios maestros".

Adquirir la "maestría" no tiene que ver con títulos académicos, tiene que ver con el reConocimiento de tu propio Ser como desarrollador y promotor de aprendizajes duraderos y enriquecedores que llenarán tu espíritu de gozo.

Agradecida de estar y poder dar un poco de lo mucho que he recibido...

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