Traductor

sábado, 6 de marzo de 2021

Anécdota de principios de la pandemia...

El otro día estaba usando el último rollo de papel del baño que me quedaba, (por esto del Coronavirus) se preguntarán ¿porqué el último?, ¿porqué no había comprado?, pues porqué no ha habido en los distintos supermercados que he ido, los memes y chistes de gente comprando excesivamente papel se hicieron por alguna razón no?, pues ahí está, que debido a esas personas hay escasez y las personas, como yo, que solo compramos lo que vamos necesitando, pues nos quedamos sin él.

La cuestión es que hace una semana viendo la situación compré un par de cajas de pañuelos desechables y me relajé, para que me estresaba, más no podía hacer...

Ayer salí de casa a comprar tierra para sembrar mis semillas de chiles que ya habían germinado y estaba parada en el alto, voltee a la izq. y vi a una ancianita con su andador en la banqueta caminando con su compra del super y pensé, no tiene quién le haga el super y tuvo que salir a comprar ella con lo riesgoso que es por la cuarentena y le envíe energía para su protección y ¡qué creen!, que en su andador traía ¡papel del baño!, me dio muchísima risa y como detective pensé a cual super habría ido...

De los posibles super fui al más cercano y ¡BINGO! lo encontré y compré un paquete, pero claro, las personas empezaban a tomar dos o tres paquetes...

Qué me queda de todo esto, que todo sucede en el momento justo, ni antes ni después, me tenía que quedar el último papel, tenían que germinar mis semillas, tenía que ir a comprar tierra, me tenía que tocar ese alto y tenía que voltear a la izquierda y ver la ancianita...pero...qué tal si me hubiera quedado en casa enojada porque....

Las decisiones las toma uno en el momento, no los demás, somos nosotros los que decidimos cuál camino tomar, a veces nos equivocamos, si, pero de esas equivocaciones también aprendemos...




lunes, 14 de diciembre de 2020

Tiempos de crisis...

En tiempos de crisis a veces es más fácil ver hacia afuera que hacia adentro, esto es por una lógica incomprensible que intentaré dilucidar.

Una palabra actual es "pandemia", otra es "cuarentena total" o "cierre de negocios" o "toque de queda" y muchas otras más.  Las hemos escuchado tantas veces que de a poco van perdiendo la esencia de lo que en ellas se encuentra, sin embargo, a raíz de todo esto he aprendido sobre mi y mi actuar más de lo que pensé podría aprender...

Ayer domingo 13.12.20, en Alemania se anunció que el próximo miércoles 16.12, o sea en dos días, habrá un cierre total de negocios, excepto supermercados, farmacias y servicios médicos, debido al creciente número de contagios debido al COVID19, se hizo un llamado a la población a no realizar compras excesivas para evitar el aglomeramiento en centros comerciales o centros de las ciudades.

¿Cuál fue el resultado de esto? justamente lo que se esperaba, personas saliendo de forma acelerada a comprar regalos de navidad, formando largas filas afuera de los locales comerciales, saturación y largas filas en las estéticas para "embellecerse" y estar listos para las fiestas, desabasto de algunos productos de consumo básico, estrés colectivo, etc.











Al observar esta situación, mi primera reacción fue: necesito comprar aquello que me hace falta, incluyendo regalos, mi segundo pensamiento fue, ¿qué me hace falta comprar?, el tercero fue ¿en realidad necesito comprar esto o aquello? o ¿me estoy dejando llevar por el momento?, ¿cómo el entorno influye en mi?, y otros pensamientos interrogantes por el estilo...

Me di cuenta en cuestión de minutos, afortunadamente,  cómo puede uno ser llevado como una hoja a merced del viento, de un lado a otro, modificando los sentires a raíz de lo escuchado o visto.  Las sociedades donde vivimos nos condicionan a reaccionar de una u otra forma y esto muchas veces es invisible para el inconsciente, simplemente lo tomamos y hacemos nuestro, promoviendo así que la masa crítica aumente potencialmente...y todo esto solo así... haciendo por hacer, no deteniéndonos a hacer una pausa para interiorizar y desechar todo aquel lastre que se desea carguemos, volviéndonos dependientes consumidores...

Me ha tomado tiempo salir de esta "zona de confort" conocida (consumismo) y rescatar aquello que deseo siga permaneciendo,  en estos tiempos de crisis como el poder visitar un mercado de navidad, los cuales actualmente están cerrados.

Llenarme de sus bellos colores, caminar por sus pasillos viendo aquello que es típico de estas fiestas.  Sentir la alegría de las personas, saludar y felicitar a los desconocidos, esbozar sonrisas al ir caminando soltando la necesidad de comprar por comprar, más bien vivir y agradecer esos momentos donde la masa crítica se torna espiritual y mágica...



Y porqué no, tomar la bebida típica navideña de estos rumbos, el "Glühwein", vino tinto o blanco caliente con especias que es verdaderamente bienvenido para calentar el corazón, y las manos, en una noche invernal.

No todo es crisis, no todo es banal ni profano, si lo vemos con nuestros ojos internos..




Tal vez por el momento nuestra vida ha cambiado, 
tal vez por el momento no tenemos la libertad que teníamos,
tal vez por el momento podemos agradecer el darnos cuenta
que aquello que creíamos indispensable e importante, no lo es,
porque lo que realmente importa es el poder vivir cada día
dándonos cuenta de que este que ahora soy,
este que ve con los ojos del alma, este, justo este, es el que Yo Soy!

alega







sábado, 24 de octubre de 2020

Regocíjate...


Regocíjate de los desacuerdos,

porque valorarás la paz.


Regocíjate de los errores,

porque valorarás los aciertos.


Regocíjate de los enojos,

porque agradecerás las alegrías.


Regocíjate de las frustraciones,

porque disfrutarás de los éxitos.



Regocíjate de todo aquello 

que te desestabiliza,

ya que ahí se encuentra el aprendizaje,

el crecimiento y la dicha de agradecer 

que como seres humanos 

somos falibles e imperfectos 

y aún así, 

Perfectos en esencia...


alega