Cada día nos trae nuevos aprendizajes, nuevas formas de vivir y estar en este planeta, en esta ciudad, en este momento.
El día de hoy fue uno de esos días en los que agradeces el poder aprender, sin quererlo, sólo así, aprender de lo que los demás tienen por enseñarte.
Estaba en el coche, con mi suegro a un lado; mi hija y mi suegra detrás, entonces me metí en una calle que no tenía salida, así que necesitaba regresarme, la calle era estrecha así que giré en una cochera (garage) para poder dar vuelta y salir, pero era tan corto el espacio y tras de mi había un poste de luz que tuve que regresar a la cochera, meterme un poco más y volver a girar; así le hice, sin embargo al girar para retomar la calle, se escuchó un fuerte ruido, !PUM!, como si hubiera caido en algún agujero, mi suegro se baja y ve la parte derecha delantera del auto y hace una cara de, !Dios mío que ha hecho!
Me dice, será mejor que bajes y veas, a mi se me estremeció el cuerpo ya que era el auto de mi esposo y aún así bajé, al ver, NO VI NADA fuera de lo normal, por arriba todo parecía estar en orden, pero al agacharme, hincarme y ver debajo del auto, me di cuenta que estaba en un problema...
El eje delantero se había quedado "atorado" en una pequeña barda que no había visto, así que la llanta derecha casi no tocaba el piso, por lo que no podía hacer su función de tracción.
Necesitábamos algo de soporte para poder salir, entonces, un auto con dos hombres que vieron lo que sucedía se detuvieron y bajaron para ofrecer su ayuda, me quedé gratamente sorprendida...mi suegro fue a un pequeño taller que vio y pidió ayuda, vinieron dos hombres con dos bloques grandes de cemento en forma de cuadrado para poner tras la llanta, así lo hicieron, di marcha atrás pero no se logró hacer nada... mi niña, con su mirada luminosa me dice: no hay problema mamá estas cosas pasan....me enterneció la forma en la que me quería decir, aquí estoy, no pasa nada, vas a salir de esto...
En eso, recordé que tenemos un servicio de ayuda automovilística y le dije a mi suegra que llamara para pedir ayuda, pero, en un instante, sólo en un instante la situación cambió...un hombre que paseaba a su perrito (me hizo recordar a Bruno, un pequeñito amigo de una amiga) dijo: ¿porqué no levantan el coche?, meten el bloque de cemento bajo la llanta, así el coche sube y se "desatora" y puede moverse.
Idea genial!, buscamos en el auto y no había gato (aparato que sube el coche para cambiar llanta o neumático)...el hombre joven dice, yo tengo uno y fue a su taller por él pero era muy pequeño...(es el que está hincado a la izquierda leyendo las instrucciones del coche)
Héroes sin rostro ni tiempo |
Para ese entonces una vecina de ahí y su esposo habían salido a ver qué era lo que pasaba en su tranquila calle y él, sin decir palabra, fue a su casa y trajo un gato para poder subir el coche, pensé, pero...¿¿¿cómo??? ¿¿así??? ¿tan fácil?? si soy un extraño ¿porqué brinda ayuda??, los ojos empezaron a querer inundarse pero rápidamente logré controlar aquel espaviento emocional.
Entonces en un instante, todos hablaban, felices, de cómo maniobrar para salir de ahí, todo me hablaban al unísono en un idioma que no es el mío, mis manos empezaron a temblar de la angustia de hacer algo equivocado y fallar, entonces, mi suegra, en un momento de bondad, se puso a un lado mío, en la ventana del conductor por fuera a traducirme lo que los hombres me decían que debía hacer para sacar el auto de ahí.
Gira a la derecha, retrocede, lento, muy lento, ALTO!, ahora hacia adelante, ALTO!, otra vez hacia atrás y mientras tanto el pipipipipi de los sensores del coche no dejaban de aturdir mi concentración...
De repente el coche, siguiendo paso a paso las indicaciones ¡¡quedó libre!!!, al ver que todo estaba bien, respiré, apagué el motor, tomé la llave, me bajé y sentía que estaba a punto de llorar como si fuera a explotar de emociones incontroladas...
Entonces, siguiendo mi intuición, fuera de las normas y "reglas sociales" de esta sociedad, empecé a abrazarlos a todos!!!, se quedaban tiesos al principio, como estatuas, pero al ver que lo hacía llena de agradeciento, respondían cariñosamente al abrazo, la mujer, que permaneció alejada todo el tiempo, me veía, corrí hacía ella, le dije: ¿la puedo abrazar? y ella, sin palabras, sólo abriendo sus brazos, me dio la respuesta, fue un abrazo tan amoroso que no puedo expresarlo con palabras, me sentí completamente abrazada y con sentimientos por una persona que jamás en mi vida había visto, pero con la cual a pesar de la distancia, había hecho una conexión que no se da por cercanía si no por afinidad...
Las manos me temblaban, la mujer me decía con ojos llenos de amor: todo está bien, ahora todo está bien... mi hija vino corriendo y al verme abrazarla y también quiso hacerlo y ella amorosa, le correspondió...
Agradecí a todos, bendije a todos y nos marchamos, en ese momento estaba completamente llena de amor y agradecimiento...
Aprendí, otra vez, el agradecer cada instante lo que se tiene y lo que se recibe, sin cuestionar, sin dudar, sólo tomarlo, agradecer y bendecir este hermoso regalo.
Por eso, hay que ayudar aunque no te pidan ayuda, si el otro la rechaza, no lo des, ya que tal vez no la necesite como tú crees, pero si lo hace, ¡¡da a manos llenas!!.
Esta sociedad es de intercambio, que me das, que te doy, que te doy, que me das, así hemos funcionado durante mucho tiempo... bastante diría yo...
Crees que podríamos, tú, yo, todos, empezar a dar, ¿¿pero sin esperar recibir??, sería un nuevo aprendizaje que nos llenará de amor incondicional, ese amor que todo lo puede porque todo lo da...
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