La cajera

Hay ocasiones como el día de hoy que la divinidad me pone a prueba, al menos así lo siento yo y me explico.

Hoy fui al súper, una cajera que ya me ha tratado mal en otras ocasiones, por ser extranjera supongo yo aunque no se sí esto sea verdad, me volvió a tratar mal, mi primer reacción fue preguntar porque quería que yo hiciera lo que ella decía y ella dijo, porque así es aquí, pagué, me retiré y en el camino al coche tuve muchos pensamientos los cuales trataré de enumerar, aunque los pondré en palabras leíbles ya que lo que pensé digamos fue en un principio groserías:

- porqué me dijo a mi si yo he visto a otras personas que lo hacen y no les dice nada, ah claro es que soy extranjera (me victimizo)

- qué se cree, ella no es más que yo, es una simple cajera (la humillo para sentirme mejor)

- me tiene envidia porque aunque soy extranjera yo vengo a comprar y ella es la trabajadora (me siento superior)

- %£<}<+#xtgkih cajera!!! (Insulto porque me faltan las palabras)

Esto y más en el transcurso de 1 minuto en lo que llegué al coche, mi corazón se sentía acelerado, mi cabeza un poco caliente y la migraña se intensificó, al subirme al coche el primer mensaje, qué te molesta de ella que no has sanado tú?

Claro, si ahí estaba el asunto, el sentimiento es mío provocado o no, es mío, yo soy responsable de él!, vaya balde de agua fría!, ok, entonces si yo soy la responsable yo lo puedo cambiar, pero cómo?, pues primero lo acepté, después pensé que ella trabaja duro todo el día, gustándole o no su trabajo, luego recordé que aunque he ido muchas veces a ese súper nunca la he visto sonreír, por lo regular tiene la cara muy seria y muy pálida, así que algún motivo tendrá para su comportamiento, tal vez para ella sea normal, cada ser tiene una percepción diferente.

Al llegar a casa y acomodar las cosas sentí una opresión en el pecho, clara señal de mi chakra, conciencia o corazón, como quieras llamarle, entonces respiré, me perdoné por sentir aquello, y ahora viene lo bueno, me felicité porque lo que me habría durado antes tal vez una semana o más de darle vueltas al asunto, terminó en un par de horas, con un suspiro agradecí el aprendizaje recibido y hasta pensé en llevarle una flor de agradecimiento por haberme enseñado algo más sobre el perdón, la aceptación y el no juzgar.

Es muy fácil leer, es muy fácil hablar, es muy fácil decir que he despertado, lo que no es tan fácil es llevarlo a la práctica el día a día, el reconocer me y actuar en consecuencia, porque de qué me sirve meditar y canalizar si no actúo en consecuencia, el ciclo se cierra cuando soy congruente conmigo misma, tarea de cada día, de cada instante, Namaste!