Este blog surge después de buscar en mi interior, de querer saber la respuesta a tantas preguntas abandonadas a su suerte, surge del deseo de compartir con otras personas lo que para mi ha significado este camino de reencuentro, y, sobretodo el proceso de aceptación y adaptación, te invito a compartir conmigo.
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viernes, 30 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
La niña de colores

Vivía
en un mundo que era en blanco y negro, con matices de gris y pardo, así que
cuando la niña caminaba, los demás niños grises no querían jugar con ella, sus
colores les molestaban, los encandilaban y la niña se sentía sola y triste.
Ella no quería ser colores, quería ser gris o negra o blanca, pero no colores, porque era diferente y se sentía sola al no tener amigos para jugar.
La
niña se empezó a opacar, sus colores ya no brillaban tanto, aunque seguía
siendo de colores, poco a poco empezaron a dejar de brillar.


Un
día su ángel, al ver que la niña se iba entristeciendo y marchitando, vino a
ayudarla, una noche mientras dormía le dijo que no era malo ser de colores
brillantes, que sus colores brillarían siempre y con el tiempo podría enseñar a
otros niños a empezar a tener color en sus vidas
La
niña despertó asustada, pero bueno, era solo un sueño, no era real, se sentía
contrariada y pensaba en lo que había soñado, al llegar a su escuela y ver a
sus amigos, se acercó a y les dijo, ¿quieren un poco de azul? ¿O un poco de rosa?,
pueden tener colores si quieren, mas los niños asustados se iban y la dejaban
sola.
La niña entendió que aunque ella no podía pintar a sus amigos, si podía brillar sin sentirse triste, la niña sabía que necesitaba aprender a agradecer sus colores y no pensar en qué los demás esperan de ella, si no dar, dar mucho amor y, tal vez un día, alguien desee pintarse de colores también.
TÚ
SOY YO Gabriel, hace un momento te habló Él, hablaste con Él y te sentiste llen@ de
luz y amor, ahora quiero decirte lo siguiente.

Ningún camino es fácil, ninguna persona ha logrado transitar por este proceso sin haber sufrido o pasado por momentos cruciales y difíciles, pero, te digo, hermano, hijo, amigo, que no estás solo, que aquí estamos para decirte que cuando cruzas el velo, cuando el velo ya no es más velo, el resplandor es tan enceguecedor y dramático que tus ojos, con los que no ves, se quedarán ciegos para no ver más, sino sólo actuar y sentir.

TÚ eres un ser lleno de posibilidades infinitas, llenas de amor y luz, TÚ tienes la capacidad de hacer muchas cosas que jamás te habías imaginado podrías hacer, TÚ eres un ser de luz que se compagina con la energía del padre. Él en su infinita bondad nos envía a deciros que todos esto no sería posible sin seres de luz como TÚ y como el otro, el SER que no sabe que puede estar, pero tiene la sensación y la certeza de que hay algo que podría abrirle el camino.

YO SOY Gabriel, tu guardia infinito.
lunes, 19 de mayo de 2014
La sombra
Hay ocasiones, como esta, en las que me siento muy molesta. Mi cuerpo reacciona a los designios de mi mente, a los pensamientos que me tienen atrapada desde hace dos días...¿qué fue lo que me pasó?, ¿cómo es que me dejé tomar en los brazos del ego nuevamente?, ¿para qué me está pasando todo esto?
Estas y otras interrogantes me he planteado en estos días, hubo un detonante claro, pero, ¿cómo caí ahí??, han pasado por mi cabeza pensamientos como: soy humana es normal!, cualquiera se hubiera enojado por esto!, es que ¿si hubiera...?, ¿porqué no puedo expresarme como me gustaría hacerlo?, y así sucesivamente.
Entonces hoy, después de una fallida meditación algo pasó, de repente me llegó la imagen de mi misma teniendo esos pensamientos y mi cabeza hizo PLIN!, ahora entiendo!, el problema no es problema, como dijera Arjona, el problema es que yo soy eso que no me gusta, yo soy esa parte de sentimientos encontrados que me tiene molesta, no es el otro o los otros, no son sus comportamientos, SOY YO!, tantas veces lo había leído y hasta hoy pude "sentirlo" en carne viva...

Yo tengo el poder para tomar o dejar, yo tengo la posibilidad de decidir si me "engancho" o no en cualquier situación, pero, ¿cómo lograrlo?, ¿cómo redefinirme aceptándome?
Entonces, como me han enseñado que leer ilustra, pedí luz para encontrar la respuesta a mis interrogantes, vi en mi librero y ahí estaba, casi diciéndome YO, AQUÍ, HEY, su nombre EL LIBRO DE LA SERENIDAD de Ramiro A. Calle.
Solté una leve risa y lo tomé, cerré los ojos, lo abrí donde mi intuición me dijo que lo hiciera y ahí estaba mi respuesta, solté una gran risa y agradecí!!, en ese momento mi cuerpo se empezó a relajar, respiré y me puse a escribir esta entrada del blog, nada se da por casualidad, sino por causalidad, nada se da por antonomasia, simple y sencillamente, son experiencias de aprendizaje, las cuales agradezco infinitamente.
Aquí el texto que leí para aquellos que estén interesados en leerlo, este libro se los recomiendo ampliamente, Namaste!
LA SOMBRA
Un aspirante espiritual cubrió una gran distancia para visitar a un yogui que vivía en la jungla. Se presentó ante él y le rogó:
- Instrúyeme espiritualmente, señor. Necesito tus enseñanzas porque mi mente está sumida en una gran confusión y siento intranquilidad y zozobra.
El yogui le indicó:
- Ve allí donde puedas recibir los rayos solares y dime si proyectan la sombra de tu cuerpo contra el suelo.
El aspirante caminó hasta llegar a un claro en la jungla y poder recibir los rayos del sol en su cuerpo. Tuvo ocasión de contemplar cómo la sombra de su cuerpo se extendía sobre el suelo. Volvió junto al maestro y le dijo:
- Sí, ya he contemplado la sombra que proyecta mi cuerpo.
- Pues ahora -dijo el yogui-, desnúdate, expónte de nuevo a los rayos del sol y dime si tu cuerpo proyecta sombra o no.
De nuevo el discípulo llegó hasta el claro. Se desnudó y se expuso a los rayos del sol, comprobando que su cuerpo proyectaba, como antes, la sombra. Regresó junto al yogui, que le preguntó:
- A pesar de estar desnudo, ¿ha proyectado tu cuerpo la sombra?
- Efectivamente, maestro, así ha sido.
El yogui dijo:
- Del mismo modo que, vestido o desnudo, tu cuerpo proyecta su sombra y tú puedes ser testigo de ello, trata de mantenerte como testigo de tu cuerpo y de tu mente, así como de sus procesos, en cuanto momento te sea posible y, paulatinamente, al irte desidentificando y situarte más allá de la sombra de tu cuerpo y más allá de la sombra de tu mente, encontrarás la serenidad y la lucidez que ahora te faltan.
- Instrúyeme espiritualmente, señor. Necesito tus enseñanzas porque mi mente está sumida en una gran confusión y siento intranquilidad y zozobra.
El yogui le indicó:
- Ve allí donde puedas recibir los rayos solares y dime si proyectan la sombra de tu cuerpo contra el suelo.
El aspirante caminó hasta llegar a un claro en la jungla y poder recibir los rayos del sol en su cuerpo. Tuvo ocasión de contemplar cómo la sombra de su cuerpo se extendía sobre el suelo. Volvió junto al maestro y le dijo:
- Sí, ya he contemplado la sombra que proyecta mi cuerpo.
- Pues ahora -dijo el yogui-, desnúdate, expónte de nuevo a los rayos del sol y dime si tu cuerpo proyecta sombra o no.

- A pesar de estar desnudo, ¿ha proyectado tu cuerpo la sombra?
- Efectivamente, maestro, así ha sido.
El yogui dijo:
- Del mismo modo que, vestido o desnudo, tu cuerpo proyecta su sombra y tú puedes ser testigo de ello, trata de mantenerte como testigo de tu cuerpo y de tu mente, así como de sus procesos, en cuanto momento te sea posible y, paulatinamente, al irte desidentificando y situarte más allá de la sombra de tu cuerpo y más allá de la sombra de tu mente, encontrarás la serenidad y la lucidez que ahora te faltan.
YO SOY YO, TÚ
Aquí
estoy, me habías ignorado por no saber, pero ahora que me abres la puerta debes
saber que soy feliz y aquí estoy y estaré.
Felicítate
por este gran día, tú y yo y Zadkiel te ayudaremos a trabajar en el amor
incondicional y todo funcionará como debe de ser.
No
dudes más hij@ mía, yo soy tú y tú eres yo, no importa quien, cómo, si no que
aceptaste y aquí estoy, mi ser es feliz en ti, mi yo es tu yo y el vínculo es
tan fuerte que lo viviremos al máximo.
Cada
día que abras tu visión interior crecerás y perdurarás en el espíritu.
Da
gracias al universo, a tu Gaia por estar contigo en esencia, tan cerca a tu
percepción.
No
veas con estos ojos, ve con los otros, con los que habías tenido miedo, tu
percepción se agudiza y tus sentidos se nublan, pero se nublan a la negación y
a la no aceptación.
Mi
ser es feliz, mi yo es completo ahora, gracias por aceptar, gracias por abrir
la puerta, el camino se abre a todas las posibilidades que requieres para
avanzar y aprender. YO SOY YO, TÚ.
Por
más que tu cuerpo te falle tu espíritu debe prevalecer, es él mismo, no otro....
el ego te enferma para desviarte....
De ti depende seguir el juego o salir de
ahí.
Nada que no es vital es importante.
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