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miércoles, 25 de mayo de 2016

Tú, el primer amor...

Normalmente las ideas llegan cuando no tengo a la mano donde escribirlas o cuando voy manejando, esto ya es recurrente, al principio me molestaba ya que quería escribirlas y al poco rato cuando ya podía hacerlo, las ideas se habían escapado como arena corriendo por las manos, entonces me dije, pues si no lo puedes hacer será porque así debe ser, será porque las ideas necesitan madurar o modificarse para poder expresarlas mejor, y, así fue como cambié el pensamiento inicial por este otro, el cual me dejó más contenta y tranquila.

En estas últimas fechas he aprendido muchas cosas sobre mi persona, sobre mi cuerpo físico, mental, emocional y espiritual, es como si estuviera preparándome para una prueba, puesta por mi, hecha por mi y realizada por mi, donde yo misma seré el que la califica, sanciona y obtiene el resultado.

Y esta prueba ¿qué contiene?, pues es una mezcla de acciones, pasado, presente y futuro interminable, donde estoy aprendiendo sobre la marcha cuales respuestas obtendrán mejor puntuación y cuales voy descartando por dramáticas, porque "así me lo enseñaron" (léase impusieron) o porque son mejor vistas (no por mi o para mi, sino para los otros); así con todo este hermoso revoltijo, hoy, empiezo a sacar las palabras de mi para posarlas en este escrito, así que dirás, pero ¿de qué me habla?, si ¡no entiendo el fin de todo esto!.

Pues el fin de todo esto es que justo a muchos nos pasa, sobretodo cuando pasamos por situaciones personales difíciles que vienen a movilizar nuestro entorno y nuestro interior, (mundos internos, mundos externos) pasa que juntamos el pasado (el cual les recuerdo que no existe) para martirizarnos, recriminarnos y sobretodo para culpabilizarnos y finalmente victimizarnos (cuántos -arnos!) y todo esto, ocurre en segundos, en un parpadeo, los recuerdos, imágenes, sensaciones, etc., llegan como si las estuviéramos viviendo una y otra vez; hasta hace unos años me hubiera hundido como el titanic, (pidiendo ser rescatada, además) pero afortunadamente hoy no me hundo, aunque si se mete bastante agua... la necesaria para darme cuenta de que una vez más me estoy mojando y enrollando, permitiendo a mis pensamientos (ego) tomen la batuta, dándome cuenta la gran cantidad que peso que tiene la herencia, las creencias (religiosas), los tabúes...

Yo creo mi realidad, yo decido qué quiero pensar, y, si todo esto es cierto, ¿cómo es que me cuesta tanto trabajo abrir la mirada?, será porque en este camino no acabamos de aprender, será porque los implantes (imposiciones de "buena fe") que tenemos no son tan fáciles de sacar, será porque retumban en la mente las palabras justas que pretenden hundir el barco, será porque en este camino, como en cualquier otro, se debe nutrir y alimentar de aquello que nos hace ser mejores, será....

Más allá de obtener una respuesta, es dejar abierta la puerta a un sin fin de posibilidades, con la consciencia de que un paso se ha dado, el paso de "darme cuenta", este paso sana, sana ese espacio donde se creó dejando en mi una huella tan marcada como un tatuaje que yo pensaba que era parte de mi, que "así he sido yo siempre", y no, así fue como fui pero no "tengo" que seguirlo siendo; así fue como me dijeron que "tenía" que ser pero no es así, yo lo puedo modificar (las niñas "bien" son discretas, se visten, hablan, comen, etc., etc., etc., como "debe" ser para "demostrar" su valía...para encontrar marido...para tener un buen trabajo...)...¡yo quiero ser el generador de mi realidad!, dando pasos pequeños me "re compondré", creceré y me aceptaré...

El miedo existe hasta que dejamos de creer en él, la inseguridad prevalece mientras no aclaramos nuestros deseos, la desarmonía se da cuando hago las cosas como me han dicho que se hacen y no como yo quiero hacerlas, el trabajo es escucharnos, hacernos caso y sobretodo amarnos, el primer amor proviene de tu interior...

1 comentario:

Agradezco tus palabras