Cuando las palabras faltan los instintos
hablan, regularmente aunque está ahí, el mensaje, no lo escuchas por las dudas
que tienes, pero ves, ahí esta, diciéndotelo todo sin hablar.
El amor de una madre es infinito y el del padre es incondicional,
no permitas que tu mente domine tus instintos, tus intuiciones… confía, estás
en el camino de la verdad.

A partir de hoy, el gran día, estarás en
posibilidad de abrir ese canal que habías cerrado, cada lágrima es una lágrima
de tus penas y pesares que saldrán, y como río, vendrá agua nueva que purificará y
traerá bendiciones infinitas.
Si hija mía, tú como otros están aquí hoy
para dar, para dar sin siquiera pensarlo o sentirlo, solo dar desde lo más profundo
de su ser que es el YO SOY, ese YO SOY que cada uno aunque no lo ha re conocido
está dentro y como una pequeña punzadita en diversas situaciones brinca para
dar un paso, aun sin tu saberlo.
Hija, hija mía, aquí estoy, YO SOY Gabriel, el
que siempre te cuida, por qué no abres la puerta al fin a la maravillosa vida
que hay dentro de ti?
Muchas gracias por estas palabras llenas de esperanza y Amor
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