Traductor

sábado, 6 de marzo de 2021

¿Qué significa iniciarse?

Esta palabra tiene múltiples connotaciones, entre ellas, el que una persona adquiera el conocimiento o los primeros conocimientos de una faceta de la vida o actividad que desconoce; pertenecer a un grupo, instruir, enseñar, recibir, introducir a alguien en algún grupo, fraternidad. etc., y así muchos conceptos más.

Hace algunos años yo me inicié en una enseñanza que me ha llenado por completo, y digo "me inicié", desde la mirada de comenzar algo y desde la de pertenecer a un grupo.

Al principio me resultó complicado comprender términos y conceptos que jamás antes había escuchado,  sin embargo poco a poco fui adentrándome y sobretodo sintiendo este nuevo proceso de Aprender y Ser.

Sin embargo, a cada paso que daba, se iban sumando una serie de manifestaciones físicas, espirituales y egoicas...

Dentro de las físicas puedo enumerar desde mareos, dolores de cabeza, resfriados interminables, agravamiento de "antiguas enfermedades" hasta hospitalizaciones diversas entre las que destaco un desmayo que duró 20 minutos, un cristal que "se salió" de su lugar en mi oído y 2 hernias lumbares... entre otras... no es un listado agradable ¿verdad?, pero de cada "enfermedad" aprendía algo sobre mí y sobre la enfermedad, sobre cómo esta me daba la oportunidad de conocerme, la oportunidad de quitar o al menos reconocer las ganancias secundarias (por que las hay), la oportunidad de desprenderme del drama para llamar la atención, pero lo más importante para mí, fue aceptarla y aprender a convivir con ella desde el amor, si cada enfermedad me dice algo, pues hay que escucharlo y desde ahí sanar, a esto se le llama biodecodificar, bioneuroemoción, decodificación biológica y muchos nombres más para el mismo fin: reConocer que detrás de cada enfermedad hay un componente emocional que la provoca o produce...

Ahora bien, las manifestaciones espirituales son un tanto más "complicadas" que las físicas, ya que para mi objetividad como no tenían explicación, pues me las "inventaba", o leía algo y las "imitaba", claro esto pensaba mi parte racional y qué alejada de la realidad estaba... 

Recuerdo la primera vez que logré "entrar" en meditación, ¡fue genial! sentir aquella paz, sentir el cuerpo ligero, la mente libre, y de a poco empezar a "ver" imágenes, personas, símbolos, a "escuchar" palabras, canciones, etc...entonces pensé, esto no me lo puedo inventar, está ahí pero no tiene una explicación racional... esto entre otras manifestaciones...


Y la última, pero creo la que más trabajo cada día, es la manifestación del ego, antes no sabía ni que existía, ni siquiera que él era el que tomaba la batuta de mi vida, cuando me percaté de ello me dio mucha risa, uno se cree que uno es su personalidad, que uno es aquello que ha aprendido, que uno es su profesión, vaya lío con esto... muchos quieren "quitárselo" como si fuera un Virus (ahora de moda...) o algo muy malo, lo que intento cada día es saber que esa parte de mi existe, que ha estado conmigo y que para algo me habrá servido, darle su reconocimiento al ego hace que se disminuya, ya que se Ve observado, esos pensamientos están, solo hay que "verlos" desde fuera, desde la mirada de mi Yo Soy.

Tiempo ha pasado desde aquel bello día en el que me inicié en "La meditación de la LLave Mariana"® y desde entonces mi vida no es la misma.  He aprendido a verme, aceptarme y reconocerme tal y como soy, a vivir con las manifestaciones que se vayan presentando y sobretodo, a ayudar desinteresadamente a aquel que lo necesite.

Te invito a ver en tu interior y descubrirás al ser maravilloso que habita en ti...

Anécdota de principios de la pandemia...

El otro día estaba usando el último rollo de papel del baño que me quedaba, (por esto del Coronavirus) se preguntarán ¿porqué el último?, ¿porqué no había comprado?, pues porqué no ha habido en los distintos supermercados que he ido, los memes y chistes de gente comprando excesivamente papel se hicieron por alguna razón no?, pues ahí está, que debido a esas personas hay escasez y las personas, como yo, que solo compramos lo que vamos necesitando, pues nos quedamos sin él.

La cuestión es que hace una semana viendo la situación compré un par de cajas de pañuelos desechables y me relajé, para que me estresaba, más no podía hacer...

Ayer salí de casa a comprar tierra para sembrar mis semillas de chiles que ya habían germinado y estaba parada en el alto, voltee a la izq. y vi a una ancianita con su andador en la banqueta caminando con su compra del super y pensé, no tiene quién le haga el super y tuvo que salir a comprar ella con lo riesgoso que es por la cuarentena y le envíe energía para su protección y ¡qué creen!, que en su andador traía ¡papel del baño!, me dio muchísima risa y como detective pensé a cual super habría ido...

De los posibles super fui al más cercano y ¡BINGO! lo encontré y compré un paquete, pero claro, las personas empezaban a tomar dos o tres paquetes...

Qué me queda de todo esto, que todo sucede en el momento justo, ni antes ni después, me tenía que quedar el último papel, tenían que germinar mis semillas, tenía que ir a comprar tierra, me tenía que tocar ese alto y tenía que voltear a la izquierda y ver la ancianita...pero...qué tal si me hubiera quedado en casa enojada porque....

Las decisiones las toma uno en el momento, no los demás, somos nosotros los que decidimos cuál camino tomar, a veces nos equivocamos, si, pero de esas equivocaciones también aprendemos...




lunes, 14 de diciembre de 2020

Tiempos de crisis...

En tiempos de crisis a veces es más fácil ver hacia afuera que hacia adentro, esto es por una lógica incomprensible que intentaré dilucidar.

Una palabra actual es "pandemia", otra es "cuarentena total" o "cierre de negocios" o "toque de queda" y muchas otras más.  Las hemos escuchado tantas veces que de a poco van perdiendo la esencia de lo que en ellas se encuentra, sin embargo, a raíz de todo esto he aprendido sobre mi y mi actuar más de lo que pensé podría aprender...

Ayer domingo 13.12.20, en Alemania se anunció que el próximo miércoles 16.12, o sea en dos días, habrá un cierre total de negocios, excepto supermercados, farmacias y servicios médicos, debido al creciente número de contagios debido al COVID19, se hizo un llamado a la población a no realizar compras excesivas para evitar el aglomeramiento en centros comerciales o centros de las ciudades.

¿Cuál fue el resultado de esto? justamente lo que se esperaba, personas saliendo de forma acelerada a comprar regalos de navidad, formando largas filas afuera de los locales comerciales, saturación y largas filas en las estéticas para "embellecerse" y estar listos para las fiestas, desabasto de algunos productos de consumo básico, estrés colectivo, etc.











Al observar esta situación, mi primera reacción fue: necesito comprar aquello que me hace falta, incluyendo regalos, mi segundo pensamiento fue, ¿qué me hace falta comprar?, el tercero fue ¿en realidad necesito comprar esto o aquello? o ¿me estoy dejando llevar por el momento?, ¿cómo el entorno influye en mi?, y otros pensamientos interrogantes por el estilo...

Me di cuenta en cuestión de minutos, afortunadamente,  cómo puede uno ser llevado como una hoja a merced del viento, de un lado a otro, modificando los sentires a raíz de lo escuchado o visto.  Las sociedades donde vivimos nos condicionan a reaccionar de una u otra forma y esto muchas veces es invisible para el inconsciente, simplemente lo tomamos y hacemos nuestro, promoviendo así que la masa crítica aumente potencialmente...y todo esto solo así... haciendo por hacer, no deteniéndonos a hacer una pausa para interiorizar y desechar todo aquel lastre que se desea carguemos, volviéndonos dependientes consumidores...

Me ha tomado tiempo salir de esta "zona de confort" conocida (consumismo) y rescatar aquello que deseo siga permaneciendo,  en estos tiempos de crisis como el poder visitar un mercado de navidad, los cuales actualmente están cerrados.

Llenarme de sus bellos colores, caminar por sus pasillos viendo aquello que es típico de estas fiestas.  Sentir la alegría de las personas, saludar y felicitar a los desconocidos, esbozar sonrisas al ir caminando soltando la necesidad de comprar por comprar, más bien vivir y agradecer esos momentos donde la masa crítica se torna espiritual y mágica...



Y porqué no, tomar la bebida típica navideña de estos rumbos, el "Glühwein", vino tinto o blanco caliente con especias que es verdaderamente bienvenido para calentar el corazón, y las manos, en una noche invernal.

No todo es crisis, no todo es banal ni profano, si lo vemos con nuestros ojos internos..




Tal vez por el momento nuestra vida ha cambiado, 
tal vez por el momento no tenemos la libertad que teníamos,
tal vez por el momento podemos agradecer el darnos cuenta
que aquello que creíamos indispensable e importante, no lo es,
porque lo que realmente importa es el poder vivir cada día
dándonos cuenta de que este que ahora soy,
este que ve con los ojos del alma, este, justo este, es el que Yo Soy!

alega